Brasil regresará a la Fórmula 1 de la mano de Gabriel Bortoleto. El país sudamericano, que posee una rica tradición automovilística y tres campeones mundiales, volverá a tener un piloto oficial a tiempo completo desde el discreto paso de Felipe Nasr en 2015 y 2016. En esta oportunidad, el paulista fue elegido por Sauber para ser parte del proyecto Audi con un contrato plurianual.
“Bibi”, como lo conocen sus amigos, comenzó a competir a los seis años en el Campeonato de Kart del Sur de Brasil. Su pasión y buenos resultados lo llevaron a probarse en Europa, donde se terminó de pulir como piloto para convertirse en una de las grandes promesas de la Fórmula 1.
En su primera experiencia europea, Bortoleto compitió en el Campeonato de Italia de Fórmula 4 2020 con el equipo Prema. Allí, tuvo como compañero a Gabriele Mini (que fue campeón), Sebastián Montoya y Dino Beganovic. Finalmente, terminó en el quinto lugar del certamen con un fin de semana soñado en Mugello, donde ganó su única carrera y consiguió otros dos podios.
Tras dos años en la Fórmula Regional Europea con resultados algo discretos, llegó a correr en la temporada 2023 de la Fórmula 3 para el equipo Trident, donde le mostró todo su potencial. Ganó en Bahrein y Melbourne, y encadenó trece carreras consecutivas en los puntos, una regularidad espectacular que lo llevó a convertirse en campeón por una distancia de 45 puntos, la diferencia más grande entre los dos primeros desde la temporada 2019.
Estas actuaciones despertaron el interés de Mclaren, que lo fichó como piloto de pruebas, y lo impulsaron hacia un desafío mayor: la Fórmula 2. Fue fichado por el equipo Invicta Racing, donde debería revalidar lo conseguido hasta el momento y también enfrentar a pilotos que ya eran de renombre, como Ollie Bearman, Kimi Antonelli, Victor Martins, Isak Hadjar y Franco Colapinto, entre otros.
Sin embargo, Bortoleto demostró que a los campeones poco le importan sus rivales o la coyuntura. Si bien el comienzo fue irregular, no fue más que la base para despegar: desde Imola sumó puntos en 20 de las 22 carreras restantes, ganó en Monza y Spielberg, subió ocho veces al podio y tuvo un golpe de autoridad al imponerse ante Hadjar en la cerrada definición de Abu Dhabi: lo superó en clasificación, en la sprint y en la feature race.
De esta manera, escribió su nombre en un libro muy exclusivo del automovilismo: se convirtió en campeón de Fórmula 2 y Fórmula 3 en su primera temporada, replicando algo que solamente obtuvieron pilotos como Charles Leclerc, George Russell y Oscar Piastri.
Velocidad, talento, consistencia y carácter. El joven de 20 años parece tenerlo todo, por lo que Mattia Binotto no dudó en fijarse en él, aún por encima de un nombre probado como el de Valtteri Bottas. Tras arreglar su desvinculación de Mclaren, firmó un contrato plurianual para ser compañero de Hulkenberg y competir con Sauber en 2025, que pasará a ser el emblemático proyecto Audi en 2026.
Brasil en la Fórmula 1, una tierra de grandes campeones
Ocho títulos, más de cien victorias y casi 300 podios. Los números de Brasil en la Fórmula 1 hablan por sí solos. Por eso es tan emblemático el arribo de Bortoleto, ya que no solamente se trata de un piloto brasileño, se trata del regreso del talento brasileño al Gran Circo, que no es lo mismo.
La desfachatez y energía de Emerson Fittipaldi, la inteligencia de Nelson Piquet y el talento de Ayrton Senna han dejado una huella imborrable en la categoría. Se convirtieron en algo más que campeones: son leyendas, que llevaron la bandera de su país a lo más alto del automovilismo mundial.
En los últimos 30 años, Felipe Massa y Rubens Barrichello se destacaron por encima de la media. Ambos dieron grandes muestras de su talento y tuvieron un largo periodo en Ferrari. Sin ir más lejos, Massa estuvo en las puertas de la gloria en Interlagos: hizo lo que tenía que hacer, pero el destino se encargó de que su nombre no estuviera en la lista de campeones.
Hoy es el turno de Bortoleto. Llega para escribir su propia historia, para revalidar el talento demostrado en la pista en los últimos dos años ante los mejores pilotos del mundo y para ser la sangre joven del ambicioso proyecto Audi, que por el momento es más promesa que realidad. Brasil sonríe, la alegría les pertenece y estará de vuelta en la Fórmula 1.
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