Para muchos fue una grata sorpresa. Para aquellos que detectaron las sensaciones de los test en Bahréin, quizás no tanto. Lo cierto es que Williams ya está de vuelta. La evolución ha sido a pasos agigantados y en la última carrera celebrada en Miami consiguió más que un resultado aislado: se trató de la confirmación de que ha ganado en competitividad con un rendimiento que los invita a soñar.
Lejos han quedado aquellos días donde el equipo de Grove cerraba la parrilla. La metódica tarea de James Vowles ha dado sus frutos. Ahora no solamente se transformaron en los mejores del resto, sino que también se ha convertido en una amenaza para algunos equipos de punta. Y lo mejor de todo es que no solamente lo han logrado en clasificación, también lo confirmaron con ritmo de carrera.
Alex Albon fue la gran referencia de Williams el viernes, donde logró clasificarse en el octavo lugar a tan solo una décima de la Ferrari de Lewis Hamilton y venciendo por casi cuatro a su más inmediato perseguidor, Isak Hadjar. La sensación de que el FW-47 estaba más cerca de los de adelante que del fondo se ratificó en el Sprint, aunque la descalificación privó al tailandés de sumar los muy buenos puntos que derivaban de ese cuarto lugar.
Sin embargo, el rendimiento estaba. Y por la tarde los Williams dieron una muestra más: Carlos Sainz lideró al equipo con el sexto lugar y Albon fue séptimo. Derrotaron a ambas Ferrari, a Yuki Tsunoda y al resto del pelotón, quedando a solamente dos décimas del Mercedes de George Russell. La mejora ya era notable y todavía faltaba lo mejor.

El domingo, el auto azul tuvo un ritmo de carrera impresionante que le alcanzó a Albon para ubicarse en el quinto lugar, siendo más rápido que el Mercedes de Antonelli, derrotando por amplio margen a las Ferrari y terminando con vueltas similares a las de Max Verstappen. Por eso, en Williams pueden estar más que satisfechos con el gran avance que han tenido.
“Terminamos por delante de un Mercedes y nos alejamos de dos Ferrari. Además, tuve un Red Bull a la vista durante toda la carrera. Es la primera vez que veo a Max terminar una carrera, incluso comparado con cuando corría con ellos. Estoy muy satisfecho”, aseguró el piloto número 23 tras la carrera.
Además, también cree que la versatilidad del FW-47 les otorga grandes oportunidades de rendir en distintos circuitos y de conseguir una adaptación rápida. “Este fin de semana nos sorprendió de manera positiva. En cada informe nos preguntábamos por qué lo estábamos haciendo tan bien, y creo que entendimos buena parte. No hay curva en esta pista que no se adapte a nuestro auto. Desde la primera vuelta de la FP1 el auto se comportó bien, y pudimos construir el ritmo de inmediato, lo cual es crucial en un fin de semana con Sprint Race”, añadió.
No fue el comienzo soñado para Carlos Sainz en Williams
Carlos Sainz puede estar contento de haber acertado en la elección de la escudería. Hoy por hoy, Williams lidera claramente la zona media, tiene herramientas para medirse con los equipos grandes y es el equipo más competitivo, con mayor proyección y estabilidad de todos los que lo buscaban, incluyendo Alpine y Audi.
Sin embargo, pese a que fue mostrando avances progresivos en sus rendimientos, su adaptación le ha costado y todavía no ha alcanzado los resultados esperados, quedando por detrás de su compañero de equipo en muchas de las sesiones de este año.
Por eso, en Miami se mostró molesto por el hecho de que empezó la carrera con neumáticos medios usados, después de que el equipo montara por error los nuevos durante el sprint: “No fuimos perfectos, ni yo con dos errores entre la clasificación y el sprint, ni el equipo con el error en los neumáticos. Es una ingenuidad operativa que no podemos permitirnos si queremos luchar por victorias y títulos. Todos tenemos que aprender de este fin de semana para no repetir ciertos errores y crecer como equipo”.
Es una crítica feroz que nace del perfeccionismo del propio Sainz, pero también de la bronca por el hecho de que las cosas no le han estado saliendo de la mejor manera en estas primeras carreras, donde ha perdido oportunidades de afianzarse como la referencia del equipo y sumar más puntos para la escudería.
Williams no desarrollará más el auto en esta temporada
Williams ha tomado una decisión estratégica clara: no desarrollará su auto durante 2025 y centrará todos sus recursos en el proyecto 2026, cuando cambien las reglas técnicas de la Fórmula 1. Este enfoque, liderado por James Vowles, busca garantizar que el equipo esté bien posicionado en la próxima era de la categoría. Aunque en circuitos como Miami el FW47 demostró ser competitivo y estar cerca del ritmo de Ferrari, la escudería ha optado por no perseguir resultados inmediatos que puedan comprometer su futuro a largo plazo.

Esta decisión tendrá un impacto directo en el resto de la temporada 2025. Mientras sus rivales seguirán mejorando sus autos, Williams corre el riesgo de quedar estancado o incluso perder terreno en la segunda mitad del año. El propio Carlos Sainz reconoció el potencial del monoplaza actual y la tentación de desarrollarlo, pero también indicó que respalda el plan a largo plazo. Si bien podrían surgir oportunidades esporádicas de podios o resultados destacados, la prioridad será resistir la tentación del corto plazo y mantener el enfoque en construir una base sólida para 2026.