Canadá ha sido una prueba más del verdadero valor de George Russell. Mientras Mercedes sigue sin confirmarlo para la próxima temporada y su futuro todavía es una incógnita, el británico volvió a hablar con hechos para regalarle al equipo su primer triunfo en el año y afianzarse en el cuarto lugar del campeonato.
En Mercedes ya hay dos verdades casi irrefutables. Saben que cuando la temperatura descienda el rendimiento del coche mejorará considerablemente. Y entienden que George Russell es capaz de colocar el W16 lo más arriba que las circunstancias se lo permitan. Si Las Vegas 2024 fue una muestra, lo de hoy en Canadá fue una ratificación.
El talento británico es capaz de maximizar oportunidades. Llegó a Mercedes cuando el dominio plateado había finalizado y, sin embargo, siempre logró destacarse. Superó a Lewis Hamilton en dos de los tres campeonatos que estuvieron frente a frente. Y este año se las arregló para conseguir resultados enormes con un auto que en escasas oportunidades le permite estar al frente.

El escenario de Montreal le ofrecía una gran oportunidad a Russell, quien había sumado cuatro podios en 2025. El rendimiento del auto no daba para más. Pero Canadá abría puertas: el concepto plateado funciona de maravilla cuando baja la temperatura y la pole del año pasado en este mismo circuito era un antecedente que invitaba al optimismo.
Las sensaciones comenzaron de la mejor manera el viernes y continuaron el sábado, con una pole de antaño conseguida en la vuelta final. Pero todavía quedaba el enorme desafío que significaba el domingo: largar en primera fila junto a Max Verstappen y tener la amenaza de que el dominante McLaren de Oscar Piastri saldría detrás.
Nada de esto fue un problema para el piloto número 63. El movimiento de largada fue perfecto y, a partir de allí, logró manejar el ritmo de la carrera sin pasar mayores sobresaltos, logrando aguantar las embestidas del campeón mundial en el comienzo. La estrategia fue impecable y no hubo posibilidades para el resto. Un resultado bien construido de principio a fin.
Fue un triunfo sin atenuantes que deja a Russell a 62 puntos del líder, lo ratifica como la referencia de Mercedes ante la emergente figura italiana que tiene como coequipero y vuelve a sembrar la incógnita sobre las grandes especulaciones que existen acerca de su futuro: cuando faltan menos de seis meses para 2026, el británico aún no tiene un contrato firmado.
Russell ha estado a la altura: ¿por qué no tiene un lugar confirmado?
Hay una sola razón por la que el ganador de Canadá aún no ha firmado su vínculo con las flechas plateadas de cara a la temporada 2026, donde habrá un nuevo reglamento en el que Mercedes parte como favorito para recuperar el dominio perdido en la Fórmula 1. Su nombre es Max Verstappen.
El holandés ha sido el sueño de Toto Wolff desde que decidió fichar por Red Bull. No lo ha ocultado nunca. Y sabe que podría propiciar un golpe de nocaut al equipo de Christian Horner, con quien mantiene una eterna rivalidad, si logra fichar a su mayor estrella en un momento en el que el equipo de Milton Keynes atraviesa una transición hacia la creación de su propio motor, lo que podría derivar en pérdida de competitividad en los próximos años.

A esta especulación se le ha sumado que ninguno de los dos pilotos de Mercedes cuenta con contrato y que, en el último Gran Premio de España, Toto Wolff fue sorpresivamente blando a la hora de cuestionar el choque deliberado del actual campeón mundial ante su propio piloto. No quedan dudas que los próximos dos meses serán claves para conocer el futuro de ambos.
Tanto Verstappen como su entorno se han mantenido muy herméticos sobre la posibilidad de un cambio de equipo y, seguramente, así será mientras las chances de pelear por el título se mantengan latentes. Mientras tanto, desde Mercedes aseguran no tener prisa por la renovación de sus pilotos y el propio Russell ha sido muy claro a la hora de hablar de su futuro.
«Sé que estaré en la Fórmula 1 el año que viene. Mi intención y objetivo es seguir con Mercedes, y creo que esa también es la intención de Toto. Para ser sinceros, no hay una razón real para que ninguno de los dos cambie de rumbo. Pero es comprensible que alguien como Max siempre esté en el radar. Es uno de los más grandes de todos los tiempos, y lo entiendo», aseguró el británico antes de la carrera de este domingo.
Luego, habló en pista. Y no hay mucho más que pueda hacer mientras espera que el destino termine de desenredar la historia. Russell ha mostrado su valor una vez más y lo que es capaz de hacer cuando tiene las herramientas adecuadas. Ahora, Mercedes buscará volver a darle una chance en Austria, donde triunfó el año pasado. Fue tras un choque de Norris y Verstappen. Fue por estar en el mejor lugar posible con un auto inferior. El enorme mérito por hacer lo mejor posible con lo que tiene a disposición.