A pesar de haber conseguido su cuarto campeonato en 2024, Max Verstappen tuvo una temporada desafiante. El monoplaza de Red Bull experimentó una pérdida de rendimiento significativa, obligando al piloto neerlandés a sacar el máximo de su talento para mantenerse en la cima. Ahora, las dudas sobre el futuro del equipo y su competitividad a largo plazo empiezan a crecer, alimentadas por declaraciones de Gerhard Berger.
«Ahora será emocionante ver si Red Bull puede ser tan fuerte como antes o si Verstappen seguirá teniendo dificultades para ganar. Entonces comenzará a pensar si todavía está en el equipo adecuado», afirmó Berger, dejando entrever que el tetracampeón podría estar reevaluando su permanencia en la escudería austríaca.
Uno de los principales factores que han generado incertidumbre en Red Bull es la inestabilidad interna. La salida de figuras clave como Adrian Newey, sumada al conflicto entre Christian Horner y Helmut Marko, ha sembrado dudas sobre la dirección del equipo. Verstappen, alineado con Marko, ha sido testigo del desgaste de la estructura que lo llevó al éxito. Para Berger, cuando estos conflictos dominan, pueden marcar «el principio del fin».

«La Fórmula 1 es tan compleja y competitiva que sólo se puede tener éxito si todos los miembros del equipo están alineados y se comunican bien entre sí», explicó el expiloto. Esta falta de cohesión se hizo evidente con la gestión del contrato de Sergio Pérez, quien renovó pese a sus irregulares desempeños y luego fue despedido, reflejando la falta de una estrategia clara dentro del equipo.
Problemas a futuro: otro factor clave para Max Verstappen
A nivel técnico, la incertidumbre aumenta con la llegada de 2026. Red Bull dejará de usar motores Honda y comenzará a fabricar su propia unidad de potencia en colaboración con Ford. Aunque Christian Horner insiste en que el desarrollo avanza según lo planeado, diversas fuentes sugieren lo contrario. Los primeros informes indican que la unidad de potencia de Red Bull podría estar por debajo de la de sus rivales en términos de rendimiento y fiabilidad.
El medio italiano Autosprint ha reportado que Red Bull Powertrains enfrenta problemas serios en el desarrollo del motor. Históricamente, ningún fabricante ha logrado construir una unidad ganadora desde el primer día de la regulación. Si Red Bull no consigue estar a la altura de Ferrari, Mercedes, Honda o incluso Audi, Verstappen podría buscar alternativas.

Una de esas opciones podría ser Mercedes. Con la partida de Lewis Hamilton y la posibilidad de que el equipo alemán desarrolle la mejor unidad de potencia para 2026, los rumores de un acercamiento entre Verstappen y la escudería de Toto Wolff se han intensificado. «Si Red Bull no ofrece garantías de competitividad, no sería descabellado ver a Max en otro equipo», aseguran fuentes cercanas al paddock.
Con la temporada 2025 en el horizonte, Verstappen enfrenta un dilema. Red Bull sigue siendo competitivo, pero la estabilidad del equipo y el futuro de su motor generan dudas. Si la tendencia negativa se mantiene y el monoplaza de 2026 no ofrece garantías, podría ser solo cuestión de tiempo antes de que el neerlandés tome una decisión drástica sobre su futuro.