Lando Norris ha vuelto a triunfar contra todo pronóstico. No por el hecho de que no pudiera ganar en condiciones normales, sino por la particularidad de que se encontraba en una clara desventaja estratégica con el resto de los pilotos y el Safety Car conspiró para que se llevara el triunfo por delante de Oscar Piastri. Ambos pudieron aprovechar que Max Verstappen no sumó puntos tras un grave error de Red Bull en boxes. En tanto, Ferrari se lució con la estrategia para que Lewis Hamilton fuera primero.
El inicio de la competencia se vio demorado por la enorme cantidad de agua que cayó sobre el circuito minutos antes de la largada. Charles Leclerc chocó cuando se dirigía a la grilla y no pudo ser de la partida. Los pilotos se quejaban de la visibilidad a pesar de que ya no llovía. Una señal más de las grandes falencias que todavía existen en la Fórmula 1: las dificultades de Pirelli para conseguir un neumático acorde a la lluvia y las falencias de los circuitos callejeros con poca adherencia.
Sin embargo, unos minutos más tarde, Miami comenzaba el espectáculo con partida detenida. Todos salieron con neumáticos intermedios. La carrera comenzó con Oscar Piastri ganándole la posición en la primera curva a Andrea Kimi Antonelli, quien se quedó sin pista. De inmediato, Lando Norris tomó el segundo lugar y el poleman italiano cayó detrás de Max Verstappen. Aún frustrado por la situación, comenzó a ser presionado por George Russell, quien mostraba un mejor ritmo.
La monotonía se apoderó de la primera parte de la carrera. Los McLaren eran los más veloces en pista, pero Piastri parecía tener bien controlado a Norris. Verstappen no alcanzaba su ritmo, pero tampoco sufría ante los pilotos de Mercedes. Detrás, Alex Albon comenzaba a inquietar a Lewis Hamilton, que, a pesar del resultado final, volvió a demostrar que no está del todo adaptado a Ferrari. En el medio del pelotón, Carlos Sainz y Esteban Ocon ofrecieron algo de espectáculo en la pelea por una posición, pero no mucho más.
La fortuna le sonrió a Lando Norris
La detención de Yuki Tsunoda fue el puntapié inicial que desató el caos final. El japonés, que marchaba en las últimas posiciones, se dirigió a boxes y mostró una velocidad muy superior al resto. Por eso, Ferrari optó por llamar a Lewis Hamilton y muchos equipos advirtieron que era la decisión correcta.
Red Bull metió a Verstappen y, cuando el equipo le dio la orden de salir, Antonelli venía por detrás. Ambos impactaron y Kimi no pudo detenerse, debiendo ingresar una vuelta más tarde. En tanto, Max Verstappen fue sancionado con diez segundos y terminó fuera de los puntos, muy enojado con el equipo por el error.
McLaren reaccionó tarde, pero igual le alcanzó. Oscar Piastri, que lideraba, fue el primero en detenerse, y una vuelta más tarde lo haría Lando Norris. Sin embargo, un duro accidente de Fernando Alonso obligó a la inmediata salida del Safety Car. Esto permitió que el británico hiciera su parada sin perder tiempo, saliendo por delante de su compañero de equipo. El tercer lugar fue para Lewis Hamilton, gracias al enorme acierto estratégico de Ferrari.
De esta manera, Lando Norris le descontó un punto a Piastri y ambos estiraron su diferencia con Verstappen. Alex Albon volvió a ser protagonista al finalizar cuarto, por delante de George Russell, el único Mercedes en sumar puntos.
Lance Stroll fue el gran hombre de la carrera con una remontada de diez posiciones que le permitió alcanzar el sexto lugar y ser, nuevamente, el único Aston Martin capaz de sumar. Detrás suyo terminaron Liam Lawson y Ollie Bearman, a quienes también se debe destacar por su gran labor.
Miami ya ha mostrado señales claras: McLaren está fuerte, y Max Verstappen parece ser el máximo candidato a pelearles. El ritmo de Mercedes en estas condiciones no fue suficiente, y el de Lewis Hamilton, mucho menos. Al mismo tiempo, Williams puede ser optimista: si logra una buena clasificación, estará en condiciones de sumar con sus dos autos mañana.
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