Ferrari, víctima de su ilusión: la realidad la golpea fuerte en Australia

Por: Nicolas Gabetta

“El resultado es negativo, no es lo que veníamos a buscar”, comenta Fred Vasseur. El director de Ferrari explica lo obvio tras un comienzo desastroso, solamente una semana después de que en Italia se hablara, una vez más y durante días, sobre la ilusión que despertaba la búsqueda del tan ansiado título. Otra vez, la realidad le golpea a la cara y, en esta oportunidad, de forma contundente: la Scuderia se fue de Australia con menos puntos que Sauber. Todo lo que podía salir mal, salió mal. En China deberán empezar de cero.

Hay miles de explicaciones lógicas para un resultado inexplicable. El primero es que el rendimiento fue un reflejo de Bahréin, adelantado por Helmut Marko. “Ferrari no ha sido demasiado impresionante”, señalaba, ubicándolo como el cuarto equipo en rendimiento, por detrás de Mercedes y de Max Verstappen. Así como Haas había tenido tres días muy pobres en los test y los replicaba en Melbourne, la Scuderia parecía encontrar la misma falta de rendimiento que en la pretemporada.

En Maranello soñaban con disputarle el triunfo a McLaren, con tener a Charles Leclerc peleando por la pole y que Lewis Hamilton tendría, a sus 40 años, una adaptación rápida a un entorno completamente desconocido. Todo era posible, en un mundo ideal, que fue muy ajeno a la realidad que se vio en pista. Lo concreto es que Ferrari no solamente no cumplió ningún parámetro estipulado, sino que, además, lo que pasó en Australia fue una catástrofe deportiva por donde se lo mire.

La clasificación fue espantosa. Allí, en condiciones de pista seca, el equipo estuvo a años luz de McLaren, pero también perdió con el Red Bull de Max Verstappen, con el Mercedes de George Russell, que eran los dos autos de estas escuderías que quedaban en Q3, con el Racing Bulls de Yuki Tsunoda y el Williams de Alex Albon. P7 para Charles Leclerc y P8 para Lewis Hamilton. Esto invitaba a creer que a lo mejor habían optado por una configuración de lluvia pensando en el domingo, pero no fue así.

Lo peor es que las primeras insinuaciones no fueron negativas, sino que todo lo contrario. El viernes, el SF-25 dio señales de estar bien equilibrado, tenía buen paso por las curvas lentas y le permitió a Leclerc presionar en la entrada de las curvas e invitaba a soñar con un buen resultado. El sábado, en las terceras libres, esta realidad cambió: el auto empezó a tener problemas para encontrar una ventana óptima de rendimiento, padecer sobrecalentamiento repentino y esto se vio reflejado en la clasificación. “Creo que nuestro ritmo era mucho mejor que el resultado que obtuvimos», comentó el francés. Con suerte, podrían haber ganado dos posiciones más, pero el auto no estaba.

Charles Leclerc no tuvo el mejor fin de semana con la Scuderia.

La carrera no estaría exenta de problemas, pero la salida de Leclerc fue prometedora. El monegasco ganó dos lugares y comenzó a girar quinto, por detrás de George Russell y Max Verstappen. En ningún momento estuvo al ritmo poder alcanzar al piloto de Mercedes y, su rendimiento fue muy lejano del que mostraba el holandés. Ni hablar de McLaren.

Al mismo tiempo, Lewis Hamilton no la pasaba bien. Mientras Alex Albon parecía tenerlo controlado, Yuki Tsunoda abría una pequeña distancia con ambos vuelta tras vuelta. La carrera estaba estancada para Ferrari y el y el puesto era firmar un pobre comienzo, pero estaba muy lejano a lo que ocurriría después.

“Durante gran parte de la carrera pensamos que el quinto puesto estaba asegurado y luego llegó la lluvia y todo cambió. Fue una carrera difícil, hay cosas que debemos revisar y mejorar. No fuimos los más rápidos, pero con estas condiciones climáticas, teníamos la posibilidad de sumar muchos puntos, pero hoy no los aprovechamos”, comentó Leclerc después de la carrera.

Es que Ferrari, pese a todo, tuvo una gran oportunidad cuando los pilotos se encontraron segundo y terceros con neumáticos duros y una pista que amagaba a secarse rápido mientras el Safety Car estaba en pista. Optaron por ir a boxes, pero muy tarde. La primera decisión fue pésima: al demorarse en ingresar, quedaron en desventaja con sus competidores. La segunda es que, perdidos por perdidos, podrían haber tomado la decisión de arriesgarse, al menos, con un monoplaza. Tampoco lo hicieron.

Cuando la carrera se reanudó, Leclerc ganó algunas posiciones incluso sobrepasando al propio Hamilton, pero todo fue insuficiente y la historia terminó de mala manera. P8 para Charles y P10 para Lewis. Cinco puntos entre los dos, menos de los que consiguió el Sauber de Nico Hulkenberg.

Además del rendimiento y la falla en la estrategia, también hubo pormenores que no se pueden dejar pasar, como la trama que vivieron por radio Lewis Hamilton con su nuevo ingeniero, Ricardo Adami. Hubo dos ocasiones en las que Hamilton respondió a Adami con un contundente «déjame a mí, por favor«, cuando el italiano le dio alguna orden por la radio o le dijo que intentara mantener apretado el botón del ERS para superar, pero Hamilton reaccionó de manera inmediata. «¡No estoy lo suficientemente cerca! ¡No estoy lo suficientemente cerca! Cuando esté cerca, lo haré«, dijo por la radio. Su humor estaba muy distante al cuento de hadas que había vivido hacia tan solo unos días.

El debut de Hamilton estuvo muy lejos de lo esperado.

Tras la carrera, el siete veces campeón mundial afirmó que el SF25 era «muy, muy difícil de conducir«. En ese sentido, indicó: «Fue muy complicado y fue mucho peor de lo que esperaba. Estoy agradecido de haberlo mantenido fuera del muro porque ahí es donde quería ir la mayor parte del tiempo”.

Ferrari promete un nuevo comienzo en China

Fred Vasseur ha asegurado que Ferrari «estará mucho mejor» en China y que Australia solo se tratará de un caso aislado. «Este fin de semana fue bastante extremo por diferentes razones«, dijo el francés, quien añadió que «el hecho de que no sea una pista permanente, el agarre cambia mucho y las condiciones de pista implicaron que sea uno de los fines de semana más difíciles de gestionar«.

Al respecto, el director del equipo no ocultó sus razones para encontrar optimismo. «Quedan 23 carreras y tenemos que mirar hacia adelante. El ritmo que mostramos el viernes, ya sea en la vuelta de clasificación o en tandas largas, fue bueno, y es sobre eso sobre lo que debemos construir nuestra temporada, no sobre una decisión estratégica incorrecta al final de la carrera«, concluyó.

En resumen, Ferrari parece estar atrapado en un ciclo de ilusiones rotas, donde las expectativas de luchar por el campeonato se desploman frente a un rendimiento real mucho más débil de lo esperado. A pesar de las promesas y las esperanzas de mejora, el equipo aún no ha logrado conseguir la consistencia en el rendimiento del coche, ni ha acertado en la toma de decisiones en pista. Si bien la temporada es larga y Ferrari tiene margen de maniobra, la forma en que afronten los próximos desafíos será crucial. De no corregir estos errores y seguir sin una evolución clara, el título seguirá siendo una mera y eterna ilusión para la Scuderia.

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