La Fórmula 1 tendrá un nuevo equipo en la parrilla a partir de 2026. Cadillac ha pasado todos los filtros para desembarcar como un nuevo y atractivo actor para la Fórmula 1 el próximo año, por lo que ya se encuentra trabajando ante la posibilidad de tener un debut fuerte tras llevar adelante una gran inversión con la que espera consolidarse en el corto plazo. Por eso, ya empieza a pensar en su alineación de pilotos y el nombre de Checo Pérez comenzó a surgir como una gran opción.
De acuerdo a los últimos trascendidos, el mexicano parece tomar una ventaja sobre otros aspirantes al asiento como Valtteri Bottas o Daniel Ricciardo, dado que se han llevado adelante los primeros acercamientos para asegurar su ficha de cara a la próxima temporada. En tanto, Colton Herta, un viejo protegido de Andretti que cuenta con una extensa experiencia en Indy, sería el apuntado para ocupar la segunda butaca y convertirse en el representante estadounidense del equipo.
Checo Pérez se perfila como la mejor opción para Cadillac
En General Motors saben que Checo Pérez sería un gran activo para la marca. El tapatío estuvo más de una década en la categoría, ha ganado Grandes Premios y tuvo una larga permanencia en Red Bull, como así también es un ídolo local que puede llevar adelante un boom comercial difícil de encontrar en otros deportistas. Su talento y experiencia le otorgarían una dosis de expectativa aún mayor al ingreso de Cadillac a la Fórmula 1, generando un diferencial con el que otros pilotos no cuentan.
A la vez, esta podría ser la última oportunidad para Checo Pérez de relanzar su carrera. Si bien sus números y trayectoria hablan por sí solos, pero el hecho de que haya quedado tan desdibujado en su último año en Red Bull podría implicar tener la puerta cerrada de otros equipos, que ahora han optado por la tendencia de apostar por jóvenes pilotos con el objetivo de mantenerlos a largo plazo.
Hay claros ejemplos, como el caso de Nico Hulkenberg, que un retorno puede generar un reimpulso de su carrera y abrirle oportunidades. El alemán, cuya carrera parecía terminada, decidió optar por Haas y su gran rendimiento le dio la posibilidad de convertirse en la cara del proyecto de Audi para el futuro.
Además, también implicaría la posibilidad para Checo Pérez de volver a ser el líder y la referencia de un equipo, algo que ya se vio en Racing Point, donde pudo sacar a relucir todo su talento y experiencia.
A la vez, si bien Cadillac podría padecer las dificultades lógicas de cualquier equipo que desembarca en la Fórmula 1, cuenta con una inversión enorme y tendrá una serie de beneficios con respecto a sus rivales de la parrilla que le permitirán poder llegar en una mejor posición al comienzo de la próxima temporada.
La Fórmula 1 parece darle una oportunidad más a Checo Pérez. Un desafío que no está exento de dificultades, pero que puede ser la gran chance de volver a poner su nombre en el centro de la escena y otorgarle al epílogo de su carrera una perspectiva muy distinta a la que le ofreció Red Bull.
Las ventajas con las que cuenta Cadillac antes de su debut en la F1
Cadillac se prepara para su entrada a la Fórmula 1 en 2026 tras una serie de negociaciones y obstáculos. Originalmente, General Motors intentó ingresar en la categoría junto a Andretti Global, pero aunque la FIA aprobó la propuesta, el Formula One Group la rechazó. Sin embargo, en noviembre de 2024, se confirmó que Cadillac será la undécima escudería del campeonato y se unirá como constructor en 2026, con planes de convertirse en proveedor de motores a partir de 2028. Además, la marca contará con el respaldo de Mario Andretti en su consejo directivo, y una alianza con Ferrari para el suministro de unidades de potencia en sus primeros años.
El ingreso de Cadillac generó incomodidad en los equipos establecidos, ya que al ser una escudería nueva, tendrá ventajas significativas en el desarrollo aerodinámico y de diseño de su monoplaza. La normativa de la Fórmula 1 le permitirá más tiempo en el túnel de viento y en investigación CFD en comparación con sus rivales, lo que podría otorgarle una ventaja estratégica para su debut en la categoría. Aunque deberá ajustarse al límite presupuestario en 2025, este margen de maniobra le permitirá enfocarse completamente en la temporada 2026 sin dividir recursos con un monoplaza en competencia.
Otro factor que juega a favor de Cadillac es el endurecimiento de las normas sobre la flexión del alerón delantero en 2025. Mientras que los equipos actuales deberán reasignar recursos para adaptarse a estas nuevas regulaciones, Cadillac podrá continuar con su desarrollo sin estas preocupaciones. Además, la escudería estadounidense utilizará el túnel de viento de Toyota en Colonia, donde expertos en aerodinámica han trabajado en conjunto con Ferrari para optimizar el rendimiento del monoplaza.
A corto plazo, Cadillac dependerá de Ferrari para su motor y caja de cambios, pero la asociación podría ampliarse a otros componentes, siguiendo un modelo similar al de Haas. Esto permitiría a la escudería concentrar su inversión en otros aspectos clave, como la contratación de personal experimentado. La estrategia de colaboración con un equipo consolidado ha demostrado ser efectiva en el pasado, como lo evidencian los casos de Haas con Ferrari y Racing Bull con Red Bull.
Para fortalecer su estructura, Cadillac ha anunciado una importante inversión en Carolina del Norte, donde desarrollará sus propias instalaciones para la fabricación de su unidad de potencia. En una reunión del Consejo Municipal de Concord, se discutirá la concesión de incentivos fiscales para la instalación de la nueva planta, cuyo costo se estima entre 75 y 85 millones de dólares. Se espera que estas instalaciones alberguen un equipo de 300 empleados con salarios promedios de entre 100.000 y 125.000 dólares anuales.
El plan de Cadillac contempla utilizar los motores Ferrari durante las temporadas 2026 y 2027, mientras desarrolla su propia unidad de potencia con el objetivo de debutar en 2028. Las nuevas instalaciones estarían operativas en 2027, permitiendo así una transición fluida hacia su independencia en el ámbito de motores. Mientras tanto, General Motors aprovechará sus actuales infraestructuras en Carolina del Norte, que actualmente apoyan sus operaciones en NASCAR, para avanzar en el desarrollo de su proyecto de Fórmula 1.
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