Charles Leclerc es uno de los máximos talentos que ha visto la Fórmula 1 en la última década. Arribó tras ganar la Fórmula 3 y la Fórmula 2 con un nivel pocas veces visto. Tuvo un año en Sauber y saltó a Ferrari para comenzar un vínculo que estaba predestinado a recuperar la gloria perdida. Sin embargo, los años fueron pasando y el equipo más emblemático de la categoría nunca estuvo a la altura de su nivel. Por eso, hoy la chance de abandonar el lugar que tanto soñó comienza a ser una posibilidad concreta.
Las alarmas resonaron fuerte en Italia. El Corriere della Sera amaneció con una bomba que dejó impávidos a los tifosi: Ferrari piensa en una reestructuración que hace tambalear a Fred Vasseur y, además, aseguró que Charles Leclerc podría haber perdido la confianza en el equipo, dejando entrever que las posibilidades de dejar el equipo que lo acompañó durante toda su vida comienzan a ser cada vez más factibles.
El monegasco cumplió su primer gran sueño de chico: ser piloto de Ferrari. Se formó en la Academia y, desde su llegada en 2019, se ha mantenido como líder y carta ganadora del equipo, incluso por encima de campeones mundiales como Sebastian Vettel o Lewis Hamilton, y del talentoso Carlos Sainz. Sin embargo, la Scuderia lo ha privado de poder siquiera acercarse a su anhelo máximo: ser campeón del mundo.

Leclerc lo tiene todo: el talento, la velocidad a una vuelta, la experiencia, el ritmo y la personalidad. Fue uno de los pocos capaces de ganarle carreras cuerpo a cuerpo a Max Verstappen. Logró una hazaña en Monza 2019 al derrotar al Mercedes de Hamilton. Ganó en Spa ese mismo año. Pero con el paso del tiempo comenzó a ver una constante en Ferrari: demasiados fuegos artificiales que nunca se materializaban en chances reales.
Leclerc en Ferrari: una historia cargada de más ilusión que realidad
Tras su temporada debut, Charles sufrió un 2020 con uno de los peores autos que Ferrari haya producido en el último tiempo. Aun así, logró dos podios. La mejora de 2021 fue insuficiente: mientras Red Bull y Mercedes se disputaban el título, Ferrari peleaba con McLaren por el tercer lugar. Fueron dos años sin triunfos para el 16, pero había un cambio reglamentario por delante que prometía modificarlo todo.
Bahréin 2022 pareció ser el inicio de la historia prometida. Leclerc lideró el 1-2 de Ferrari en un comienzo de temporada soñado que amenazaba con pintar de rojo toda la temporada. Si bien Max le ganó la batalla en Arabia, Charles volvió a brillar en Australia para dominar la carrera por completo y afianzarse como líder del campeonato con dos triunfos ante un Verstappen que tenía dos abandonos y ya lucía abatido tras la tercera jornada, donde aseguró que pelear con Ferrari iba a ser muy difícil para ellos.

Sin embargo, el desarrollo en Milton Keynes fue espectacular y en Maranello se durmieron en los laureles. La superioridad del Red Bull durante el resto de la temporada fue tal que ganó 18 de las 19 carreras restantes (Leclerc solo pudo ganar en Austria) y el monegasco terminó a casi 150 puntos del sueño de ser campeón mundial. No fue solo la falta de mejoría del auto, también se vio errores de gestión, fallas estratégicas y problemas de fiabilidad.
Esta diferencia se replicó en 2023, sobre todo en ritmo de carrera. Ferrari podía pelear a una vuelta, pero el monoplaza degradaba mucho sus neumáticos en tandas largas y la pérdida de rendimiento era evidente. Para colmo, McLaren avanzaba para convertirse en una amenaza real para Red Bull mientras en la Scuderia no encontraban respuestas. La temporada terminó con una sola victoria, y fue de Carlos Sainz en Singapur.
En cambio, 2024 fue el mejor año de Leclerc en Ferrari. Ganó en Mónaco, Monza y Austin. Llegaron con chances de pelear el Mundial de Constructores hasta la última vuelta en Abu Dhabi. Si no hubiera sido por una baja de rendimiento y algunos fallos técnicos en cuatro carreras clave, la lucha por el título de pilotos también habría estado al alcance.
Por eso, este año era el que mayores expectativas generaba. El reglamento se mantenía y Ferrari prometía arrancar desde cero corrigiendo los errores para luchar por el título desde el primer momento. La atmósfera en Italia era increíble. Y, al igual que años anteriores, los fuegos artificiales eclipsaron a un equipo que vive de ilusiones desde hace más de dos décadas.

Pero la realidad golpeó de nuevo: falta de rendimiento en clasificación, errores de concepto y de gestión. Hasta una descalificación. Ferrari cayó otra vez en el limbo habitual y, cuando va más de un tercio de temporada, parece estar a años luz de la estabilidad y el rendimiento de McLaren. Antes de Canadá, Leclerc se ubica quinto en el campeonato a 92 puntos de Oscar Piastri.
Además, hay algo aún peor: no tiene ninguna señal positiva de que 2026 será distinto, sino que las primeras impresiones del nuevo concepto no prometen demasiado para los años venideros. Por eso, en Italia nombraron que las cláusulas de su contrato podrían llevarlo a tomar la decisión de dar un paso al costado.
Una decisión con perspectiva podría alejar a Leclerc de Ferrari
En su séptimo año en Ferrari, el predestinado lleva solamente ocho triunfos en la categoría. Números que están lejos del nivel de manejo que ha mostrado en gran parte de su carrera y que comienzan a hacerlo meditar en tomar una determinación que nunca hubiera pensado. Pero quizás se trata de que dejar atrás el sueño de su infancia podría acercarlo al sueño de su vida: ser campeón mundial.
Como ocurre con Verstappen, cualquier equipo lo recibiría con los brazos abiertos. McLaren es la referencia actual, pero proyectos como Mercedes y Aston Martin resultan tentadores. Incluso Alpine o Williams podrían volverse atractivos con la motorización Mercedes. El mercado parecía tranquilo, pero un movimiento de este calibre podría desatar un efecto dominó.

Los próximos meses serán claves. Ferrari tiene que reaccionar: lleva casi dos décadas de letargo, donde no ha podido ser siquiera protagonista de un título. Siempre será emblema en la Fórmula 1. Pero ese equipo que durante años contó con un presupuesto superior y que tiene la mayor base de fans a nivel mundial, no ha sido capaz de competir por un título ni siquiera con un piloto que siempre logró marcar un diferencial al volante.
Leclerc puede estar despertando de un sueño para ir en busca de una realidad diferente. No sería fácil, pero tampoco ilógico, que eligiera cerrar el ciclo y buscar otro camino. La historia con Ferrari pudo haber sido más que volar en un globo de fantasía, que finalmente no conduce hacia ningún lado. El piloto número 16 comienza a ver que el tiempo no perdona. Y que, quizás, sea hora de bajar a tierra para buscar un nuevo rumbo que esté a la altura de su nivel.
Un comentario