El nombre de Alex Albon ha emergido como un referente clave de Williams en el último tiempo. De aquel jovencito rápido e inexperto que tuvo fallas en momentos claves en Red Bull ha dado el salto a convertirse en un piloto ya consolidado en la Fórmula 1, con rendimientos destacados que le han permitido transformarse en el líder del proyecto de la escudería de Grove, a la que llevó a los puntos en reiteradas ocasiones durante las últimas temporadas. Sin embargo, las exigencias cambiaron, la vara subió y estará obligado a dar un nuevo paso al frente en 2025.
A sus 28 años, el tailandés cumplió cinco temporadas completas en la máxima categoría. Primero, de la mano del proyecto Red Bull, con un fugaz y productivo lapso en Alpha Tauri, y un frenético comienzo en el equipo principal, al que no le pudo dar estabilidad durante una temporada completa. Luego de un año lejos de la F1, llegó a un Williams que ocupaba el último lugar de la parrilla y fue creciendo a la par de que el equipo mejoraba sus resultados.

Todos los años fue consiguiendo más objetivos y marcando una clara diferencia con sus compañeros de equipo. En 2022, los cuatro puntos que aportó fueron muy valiosos, pero su reconocimiento creció dado que mostró una competitividad muy superior a la de su compañero de equipo, Nicholas Latifi, con un ritmo mucho más consistente que lo ponía a pelear siempre cerca de la zona puntuable.
Su 2023 fue muy destacable. Sumó un total de 27 puntos contra uno solo de Logan Sargeant, quien estaba del otro lado del garaje. Esta notoria diferencia lo afianzó como el claro líder de Williams y la buena cantidad de puntos hizo que el histórico equipo británico fuera séptimo en constructores, su mejor resultado en los últimos años.
Este gran rendimiento de Alex Albon llevó a la reflexión sobre su verdadero valor: había conseguido la madurez que necesitaba para exprimir su máximo rendimiento y parecía preparado para volver a conducir un auto protagonista. Sin embargo, el 2024 presentó algunos problemas, no tanto por su velocidad, dado que la diferencia con Sargeant seguía siendo importante, sino porque tuvo una serie de grandes accidentes que le terminaron costando caro al equipo.

Tan es así, que la temporada culminó con el piloto del dorsal 23 en la segunda colocación del «campeonato de destructores», habiéndole costado al equipo una cifra cercana a la de cinco millones de dólares durante la temporada. Esta situación implicó un gran problema para Williams, ya que Logan Sargeant y posteriormente Franco Colapinto también tuvieron fuertes impactos que afectaron al presupuesto.
Además, la llegada del argentino fue un llamado de atención para Albon. Casi sin experiencia, el expiloto de MP en la Fórmula 2 lo puso en aprietos llegando a tiempos muy similares en clasificación y superándolo en algunas carreras de puro manejo, como Singapur. El propio jefe del equipo, James Vowles, admitió que la llegada de Franco hizo que el ex conductor de Red Bull se viera presionado a mejorar.
2025, un gran desafío de consolidación para Alex Albon
El próximo año llegará la hora de la verdad para Alex Albon. La verdadera prueba de medirse con un piloto rápido y experimentado como Carlos Sainz, quien llega desde Ferrari con la ambición de convertirse en el piloto referente de Williams y llevar a la escudería a dar un salto al siguiente nivel en 2026, donde el cambio reglamentario promete ser una revolución que presentará grandes oportunidades.

Conocido por su compromiso y ética de trabajo, Sainz ha hecho una labor excelente en el proceso de Mclaren hacia la cima, como así también en Ferrari, donde ha tenido resultados muy similares a los de Charles Leclerc. Con semejante referencia en el equpo, Albon estará más presionado que nunca a rendir a un mayor nivel, ya que, por primera vez desde que está en el equipo, tendrá una referencia de gran renombre.
A la vez, deberá minimizar sus errores: los accidentes le han costado demasiado caro a Williams en 2024 como para volver a incurrir en reiterados gastos extras, sobre todo porque los focos y el presupuesto están destinados principalmente a 2026. Por eso, además, sabe que no tendrá un auto que le presente demasiadas oportunidades, ya que todos en el equipo acordaron en que la vista estará puesta en el futuro.
Es un reto sumamente complejo, pero digno de un desafío para un piloto consolidado en la Fórmula 1, de probadas condiciones y que aspira a volver a ser un gran animador. Alex Albon le ha dado mucho a Williams pero las exigencias de la máxima categoría nunca son suficientes. Compararse con Carlos Sainz, minimizar errores y conducir un monoplaza que, a la priori, no dará muchas oportunidades. El 2025 será un verdadero reto de consolidación para el tailandés.
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