Si Adrian Newey fuera un libro, llevaría la etiqueta de «Best Seller» en la portada. Una garantía de confianza, un éxito probado y una historia fascinante para explorar. Aston Martin decidió apostar por él para encarar su nueva era en la Fórmula 1. Su nombre marcará los cimientos de una construcción que cuenta con todos los recursos necesarios para llegar a la cima, aunque todavía está lejos de materializarlo. Con el ingeniero británico, buscan un atajo, la agilización de los procesos y la ejecución de la obra. Hoy, 3 de marzo de 2025, comenzó oficialmente su período en el equipo británico y, a la vez, una nueva era en la Fórmula 1.
Sobran las palabras al hablar de Adrian Newey. Su nombre ha marcado una época en la historia de la Fórmula 1, la categoría más importante del automovilismo mundial. Cuando arribó, la aerodinámica no era tan relevante como lo es ahora, y eso se debe mayormente a su influencia. Tras su paso por March, Newey llegó a Williams a mediados de 1990, donde incidiría directamente en la era más gloriosa de la escudería británica.

Allí, logró un monoplaza capaz de competir y, posteriormente, de batir al famoso McLaren-Honda. En 1991, su trabajo transformó al renovado FW14 en el mejor coche de la parrilla, pero tuvieron que enfrentar una lucha desigual contra la falta de fiabilidad y el talento de Ayrton Senna. Esto se solucionó en 1992, cuando Nigel Mansell se coronó campeón, y en 1993 con la llegada del FW15C, considerado uno de los coches más avanzados tecnológicamente de la historia de la Fórmula 1.
Las restricciones tecnológicas impuestas por la FIA afectaron a Williams en 1994, año en que Ayrton Senna se unió al equipo, lo que resultó en un coche difícil de conducir. Apenas unas carreras después del inicio del campeonato, Senna fallecería en un trágico accidente, algo que Newey nunca pudo superar. «Fui uno de los altos ejecutivos de un equipo que diseñó un coche en el que un gran hombre murió. Me sentiré siempre responsable de la muerte de Ayrton, pero no culpable», comentó Adrian en su libro «How to Build a Car».
A pesar de esta tragedia, Newey continuó adelante con su trabajo, mejorando considerablemente el rendimiento de Williams y llevando a la escudería a su época más exitosa de la historia, logrando 5 campeonatos de constructores y 4 de pilotos en los años 90.
En 1997, Newey se trasladó a McLaren, donde dejó una huella tan profunda que los coches de Woking comenzaron a mostrar un rendimiento notable. El diseño de Newey fue la base de los autos con los que Mika Häkkinen ganó los títulos mundiales de 1998 y 1999, y estuvo muy cerca de conseguir el tricampeonato en 2000.

Tras casi dominar toda la década de 1990, Newey enfrentó una dura competencia de Ferrari, que con Ross Brawn y Michael Schumacher construyó coches imbatibles. El ingeniero permaneció en McLaren hasta 2005, cuando se marchó a Red Bull en medio de rumores sobre diferencias con Ron Dennis.
El reinado de Adrian Newey en Red Bull
A partir de allí, comenzó a trabajar en los modelos para el año 2007, aunque no sería hasta 2009 que el equipo comenzaría a mostrarse verdaderamente competitivo. La historia es conocida: desde 2010 hasta 2013, Red Bull ganó los cuatro campeonatos del mundo de la mano de Sebastian Vettel, quien manejaba, sin dudas, el mejor auto de la parrilla.
El margen de acción de Newey quedó muy limitado a partir de 2014. Con las enormes falencias que contaba el motor híbrido Renault con respecto al Mercedes, era poco el margen de maniobra en el que la aerodinámica podía incidir. Además, él mismo había decidido tener menor injerencia en la Fórmula 1 para dedicarse a otros proyectos.

La era de gloria de Mercedes culminó, justamente, con un coche de Newey. Y a partir de 2022, el reglamento fue virando hacia la búsqueda del efecto suelo con difusores más amplios que permitían generar mayor carga aerodinámica para compensar una mayor “simplicidad” en la parte posterior del monoplaza. ¿El resultado? La creación de uno de los coches más dominantes de la historia, con el que Max Verstappen fue campeón en 2022, 2023 y 2024, año en el que comenzaron a tener problemas, justamente, luego de que Adrian decidiera marcharse.
La llegada de Adrian Newey a Aston Martin
Después de considerar varias opciones, Adrian Newey anunció en septiembre de 2024 su llegada a Aston Martin para 2025, lo que marcó el inicio de una nueva etapa en su exitosa carrera. De momento, su principal objetivo es abocarse al cambio reglamentario de 2026, aunque es incierto si tendrá una influencia directa en el monoplaza de este año.
«El primer objetivo es realmente conocer a todos aquí, entender cómo trabaja cada uno e intentar integrarme con todos. Se trata de hablar con los conductores, hablar con mis compañeros ingenieros, intercambiar ideas con ellos y conseguir ese tipo de flujo creativo», explicó el británico en una entrevista con la BBC.

La llegada del ingeniero británico de 66 años ha generado gran expectativa en el equipo. Andy Cowell, jefe de Aston Martin, comentó a Soy Motor que están «muy emocionados de que Adrian haya elegido Aston Martin». Y añadió: «Estamos empujando muy fuerte. Somos ambiciosos, queremos ganar carreras, queremos ganar campeonatos. Queremos ser los mejores, pero también dependerá de lo que hagan los demás».
La era de Adrian Newey en Aston Martin ha comenzado oficialmente. Su historia está cargada de éxitos, y su influencia es una de las más significativas en la historia de la Fórmula 1. En Aston Martin lo saben, por eso apuestan fuerte por este nuevo comienzo. Con los recursos tecnológicos y humanos necesarios, llegó el momento en el que Adrian Newey pondrá en práctica sus ideas únicas, tan avanzadas que raramente encuentran competencia a la altura.
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