Los detalles del día que Max Verstappen fue abandonado en una estación de servicio

Por: Nicolas Gabetta

El camino a la cima no es un lecho de rosas. Solo los campeones conocen el trabajo y sacrificio que hay detrás de sus logros, pero también el hecho de lidiar con distintos factores que terminan forjando su personalidad y carácter. De esto puede estar seguro Max Verstappen, quien vivió una gran cantidad de situaciones anómalas por parte de su papá Jos, entre las que se destaca el hecho de haber sido abandonado en una estación de servicio por haber perdido una carrera.

La particular historia se remonta a 2012, en una fecha correspondiente al Campeonato Mundial de Karting, que comenzó con un traspié: Max quemó el embrague en una serie y fue el propio Jos quien tuvo que repararlo antes de la pre final. Allí, el joven mostró todos los dotes de su talento, ya que pasó ocho karts en una vuelta y ganó la prueba por una distancia considerable.

Max tuvo un vínculo muy cercano a su padre desde chico.

Eso lo llevó a competir en la gran final, donde largó en la primera fila junto a un piloto neozelandés llamado Daniel Bray, quien confesó en la biografía de Max Verstappen escrita por James Gray, que creía que “no tenía nada que hacer” ante la joven estrella. Por eso, aprovechando la velocidad de su monoplaza y las características del circuito, que contaba con una larga recta, decidió sobrepasarlo en cada oportunidad que tuviera para intentar mantenerse adelante.

Por eso, el actual campeón mundial decidió intentar una maniobra en un lugar imposible: una curva cerrada a la derecha que se tomaba a más de 130 kilómetros por hora, donde nadie había intentado sobrepasar en todo el fin de semana. No solamente lo impactó desde atrás, sino que ambos karts salieron despedidos de la pista. La historia continuó con Jos y Sophie disculpándose con la familia de Daniel, pero no terminó allí.

La furia de Jos era tal que no le dijo a Max que subiera él mismo el pesado karting a la furgoneta. No entendía cómo no había tomado ninguno de los consejos que le había dado. En el camino, el joven intentó explicar lo sucedido ante el silencio de su padre, que en un momento estacionó en una estación de servicio, le pidió que se bajara, y continuó su rumbo. Finalmente, volvió a buscarlo, pero el viaje estuvo envuelto de un silencio constante que duró alrededor de 2000 kilómetros.

Jos ha acompañado a Max durante prácticamente toda su carrera.

Una formación dura para Max Verstappen

Nunca tuve problemas en la Fórmula 1 porque nadie fue tan duro allí como mi propio padre”, confesó el tetracampeón mundial, que recuerda que Jos le golpeó el casco en un fin de semana en el que no estaba rindiendo bien para que reaccionara y se enfocara, no sin antes agregar una infinidad de insultos irreproducibles. A pesar de que admitió que “el gesto funcionó”, el piloto holandés confesó: “Fue muy estricto conmigo cuando las cosas no iban bien”.

Por su parte, el “The Boss” justificó su forma de proceder. “Me parecía que lo hacía todo demasiado relajado, todo era fácil para él. Quería que realmente sintiera el dolor y reflexionara sobre lo que estaba haciendo. Esa fue en la última carrera de la temporada y en la siguiente, lo ganó todo”. Finalmente, concluyó: “Lo que pasó lo hizo mejor piloto”.

A lo largo de la historia, Jos nunca estuvo ajeno a conflictos. Sufrió graves denuncias por riñas en un autódromo y hasta trascendió una fuerte pelea con su propio padre. Sin ir más lejos, en la última temporada se sumergió en una guerra de declaraciones contra Christian Horner, el director del equipo Red Bull, insinuando públicamente un pedido de su destitución. Max, a su manera, superó en todo sentido lo que hizo su padre, para terminar convirtiéndose en tetracampeón mundial.

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