Silverstone volvió a ofrecer un Gran Premio memorable, con todos los condimentos que hacen de la Fórmula 1 un espectáculo único. Lluvia, estrategia, errores, redención, y hasta una dosis de historia se combinaron para convertir el Gran Premio de Gran Bretaña 2025 en una carrera vibrante de principio a fin. El triunfo de Lando Norris fue la punta del iceberg de un domingo repleto de emociones.
Desde el poderío cada vez más indiscutible de McLaren, hasta el esperado y emotivo primer podio de Nico Hülkenberg, pasando por los errores de Ferrari, la evolución de Aston Martin y la decepción que vive Franco Colapinto con Alpine, en Fórmula en Tinta repasamos diez conclusiones que dejó el apasionante fin de semana en tierras británicas.
Mclaren, en carrera, está en otro planeta

El rendimiento de los autos papaya ha sido demoledor. Max Verstappen prácticamente no pudo oponer ningún tipo de resistencia a Piastri y Norris que, en condiciones mixtas, eran más de un segundo por vuelta más rápidos que el resto de la parrilla. Hasta la salida el Safety Car, el equipo de Woking emulaba su mejor época como amplio dominador de la categoría.
Esta tendencia no solamente se ha visto clara desde el principio, sino que con el correr de las carreras la diferencia se ha ido incrementando. Ya no parece haber cambio reglamentario, innovación, ni obstáculo que pueda contra el poderío de los Mclaren. Además, esta situación se ha visto bien reflejada en las posiciones: la diferencia con el tercero, Max Verstappen, ya es de 69 puntos.
Mclaren decidió no intervenir ante la sanción

Por acción u omisión, Mclaren ha tomado partido por Lando Norris en esta carrera. La sanción a Oscar Piastri por parte de la FIA pudo haber sido considerada injusta o desmedida, sobre todo tras el antecedente de Russell en Canadá. Sin embargo, desde el box han decidido no protestar ante los diez segundos de sanción al australiano, un hecho que en ese momento sentenciaba la victoria a favor de su compañero de equipo.
Si lo consideraba, Mclaren también podría haber pedido un cambio de posiciones para beneficiar al líder del campeonato, quien estaba dominando con autoridad el desarrollo de la competencia antes de la sanción, pero esto no ocurrió. En algún punto, en las manos del equipo estaba la chance de cambiar la historia, pero optaron por no hacerlo.
Piastri volvió a ser más rápido que Norris

Lando Norris se fue vencedor de Silverstone, recortó puntos vitales y dio un paso importante en la batalla por el título. Sin embargo, la sensación no puede ser del todo dulce, porque fueron factores particulares los que derivaron en este final y no reflejaron lo que estaba ocurriendo en pista, donde Piastri tuvo un comienzo con un ritmo que pronosticaba un dominio absoluto de la competencia.
Si bien el desarrollo le permitió al británico mantenerse en tiempo, hubiera sido muy difícil para Norris cambiar el rumbo de la competencia en las condiciones en las que se estaba desarrollando. Y a esto se le suma que el sábado también se fue claramente derrotado en clasificación. Sin dudas, la velocidad del australiano sigue siendo un gran desafío para el actual subcampeón.
Silverstone es garantía de espectáculo

Si hay un circuito que a los amantes de la Fórmula 1 suele no fallarle es Silverstone. No solamente por su invaluable legado y significado histórico, sino también por contar con un trazado técnico cargado de curvas rápidas que presenta la oportunidad de tomar distintas trazadas, sectores de sobrepaso, y que son un desafío para todos los pilotos.
A esa complejidad se le suma un ingrediente que se ha vuelto casi una tradición: el clima impredecible. La lluvia, el viento y los cambios de temperatura han sido protagonistas habituales en los últimos años, generando carreras tan cambiantes como emocionantes. Y este domingo no fue la excepción.
A Red Bull solo le queda Max Verstappen

Red Bull, amo y señor de la Fórmula 1 hace solamente un año, parece haberlo perdido casi todo, menos a su gran estrella. La fantástica pole de Max Verstappen logró encender una luz que el domingo no tardó en apagarse: la realidad es que, ante la velocidad de los Mclaren, el monoplaza en carrera se desmorona. Y, en el pelotón, el ritmo no era demasiado superior al Williams de Carlos Sainz.
Para colmo, Yuki Tsunoda parecía que tenía una oportunidad de puntuar, pero se la pasó batallando ante falta de ritmo, errores y sanciones, una actuación que ya es habitual para cualquiera que maneje el mismo auto que Max. A la vez, los pilotos de Racing Bulls tuvieron un fin de semana para olvidar con errores, impactos y abandonos. El prolijo debut en FP1 de Arvid Lindblad, quien tampoco tuvo una jornada soñada en Fórmula 2, parece ser único medianamente rescatable de Silverstone.
La lectura de Russell y Mercedes falló dos veces

En muchas oportunidades, George Russell ha sido justamente reconocido por la osadía de sus decisiones estratégicas, que le han permitido grandes resultados o tareas memorables como la de Spa hace solamente un año. Sin embargo, en esta jornada de condiciones variadas, pecó de optimista.
En primera instancia, al igual que otros pilotos, tomó la errática decisión de ingresar a largar desde boxes con neumáticos para seco en una pista visiblemente mojada, lo que le hizo perder mucho terreno al inicio, como así también su privilegiada posición de salida. Luego, fue uno de los primeros en pedir el cambio por radio cuando la pista aún no estaba en condiciones, aún cuando Alonso, que ingresó una vuelta antes, estaba batallando para mantener el auto en pista. El equipo le dio el gusto y las consecuencias estuvieron a la vista con un trompo que le hizo perder terreno y una serie de vueltas sin ritmo, que lo retrasaron más de lo esperado.
Ferrari perdió otra oportunidad

El escenario le abrió la puerta del podio a Ferrari, pero no lo pudo conseguir, y Lewis Hamilton terminó cuarto por detrás del Sauber de Hulkenberg. El SF-25 volvió a mostrarse inestable en mojado. A los problemas de rendimiento se sumó un fallo estratégico: el equipo no pudo leer con precisión la ubicación de su monoplaza por una falla en el GPS, lo que también perjudicó su detención en boxes.
En tanto, Charles Leclerc vivió un Gran Premio para el olvido en Silverstone, condicionado desde el inicio por una arriesgada estrategia que lo llevó a poner neumáticos lisos en una pista aún mojada. Cayó al fondo del pelotón y nunca logró recuperarse, atravesando una carrera que quedó marcada por salidas de pista, un duelo áspero con Carlos Sainz y un toque que terminó dañando el alerón delantero del Williams. Terminó penúltimo y visiblemente frustrado, admitiendo que su configuración extrema no dio los resultados esperados bajo la lluvia.
Efecto Newey: la evolución de Aston Martin es evidente

Desde la llegada de Adrian Newey, Aston Martin está un pasito más cerca del equipo que aspira a ser. El monoplaza ha ganado en competitividad y ya no es ninguna sorpresa ver a Fernando Alonso meterse en Q3 o sumar puntos. Este domingo, el hecho de haber podido meter a los dos coches en el top ten habla muy bien del rumbo que han tomado en el desarrollo de esta temporada.
Al mismo tiempo, el equipo también fue muy efectivo con la estrategia al montar neumáticos blandos en el momento indicado de la carrera con el auto de Lance Stroll, al que le permitió ganar muchas posiciones para acercarlo a luchar por una posición de podio. Finalmente, el canadiense perdió algo de terreno, pero esto no lo privó de conseguir un gran resultado para el equipo.
Nico Hulkenberg consiguió el resultado que tanto merecía

Nico Hülkenberg rompió el maleficio. En su 239ª carrera en la Fórmula 1, finalmente subió al podio, dejando atrás el ingrato récord de ser el piloto con más Grandes Premios disputados sin terminar entre los tres primeros. En Silverstone, con un Sauber impecable bajo la lluvia y con nervios de acero, el alemán firmó una actuación magistral, aguantando la presión de Lewis Hamilton en las últimas vueltas y llevándose el tercer puesto con justicia y emoción.
Durante años, este estigma lo persiguió y lo definió. Desde su brillante debut en 2010, Hülkenberg fue señalado como un talento sin recompensa, como alguien que se desdibujaba en los momentos clave. Hubo errores, sí, pero también muchas carreras sin suerte y decisiones de equipo que lo alejaron de mejores oportunidades. En Gran Bretaña, la historia le devolvió algo de lo que le debía, quizás con el auto menos pensado. Ya no es el joven que apuntaba al título: es un veterano que nunca se rindió, que evolucionó y que sigue demostrando que, cuando el viento sopla a favor, su talento sigue intacto.
No fluye el vínculo entre Colapinto y Alpine

Franco Colapinto sumó un nuevo fin de semana para el olvido en Gran Bretaña. Tras su sexta carrera, el argentino no ha podido cumplir con la premisa que le dio el equipo cuando se subió al auto para reemplazar a Jack Doohan. No ha sumado puntos, no ha sido rápido y ha tenido más de un error que lo ha llevado a comenzar con el pie izquierdo su primer periplo en Alpine.
Sin embargo, por parte de la escudería francesa no han colaborado para que la situación mejore. En los on boards se puede apreciar de las enormes dificultades del argentino para controlar un monoplaza inestable, que carece de velocidad final, y desde el box se han equivocado una y otra vez, tanto en estrategia como en fallas mecánicas. Este domingo no tuvo ni siquiera la posibilidad de largar. Serán tres semanas valiosas para continuar trabajando en mejorar de cara a la continuidad de la temporada.