Alarmas en Red Bull: un intento desesperado de cambiar un rumbo que está hartando a Max Verstappen

Por: Nicolas Gabetta

Max Verstappen comienza a dar señales de su incomodidad en Red Bull, un equipo que parece continuar desmoronándose a través de errores no forzados que se suceden día tras día. En esta jornada de jueves, luego de anunciar la controvertida decisión de degradar a Liam Lawson a Racing Bulls tras dos carreras, el equipo técnico se juntará con el campeón mundial para determinar un enfoque con el que se apunte a solucionar los problemas del RB21.

El holandés ha dejado en claro que no está conforme con la determinación de responsabilizar al joven Liam Lawson del mal comienzo de Red Bull. El propio Max Verstappen había dicho que el problema no era Checo Pérez, ni el neozelandés, sino que el auto era muy difícil de manejar, más allá de que él haya logrado resultados prácticamente milagrosos con ese monoplaza. No se sintió escuchado por un equipo que parece más preocupado en renovar expectativas tomando decisiones ilógicas.

Max no se ha mostrado conforme tras la degradación de Liam Lawson.

No pasaron ni tres meses de la elección de Lawson por sobre Yuki Tsunoda. No fue algo improvisado: sabían que el piloto número 30 tenía once carreras en su haber, tenían los datos del rendimiento de ambos con el RB20, el feedback de los ingenieros. Pudieron preparar mejor al neozelandés como hizo Mercedes con Kimi Antonelli. Una serie de malas decisiones que se han encadenado con un concepto de coche que tiene una pobre ventana de rendimiento y que solo Max Verstappen parece saber entender.

Por eso, el hijo de Jos Verstappen se sentará con los ingenieros para buscar el rumbo y dar pelea en un campeonato que tiene a McLaren como clara referencia, pero que no es inalcanzable. Lo mostró el segundo stint de China y el manejo del tetracampeón en Australia. Se trata de dar un paso en la dirección correcta para poder luchar mientras que, por el momento, Max Verstappen se empeña en rescatar todos los puntos posibles.

Parece una oportunidad de oro para Red Bull de enderezar un barco que se desmorona. Max Verstappen lo sabe y lo ha empezado a dejar en claro con pequeñas señales, como el “like” a la publicación de Giedo Van der Garde, donde habla de que en Milton Keynes “le destrozaron el ánimo” a Lawson y lo invita a demostrarles en Racing Bulls que estaban equivocados.

Max Verstappen no ha tenido el mejor comienzo con el RB21.

Esta anómala situación de Liam Lawson es solo un pequeño capítulo más de las infinitas cuestiones que ha tenido que soportar Max Verstappen en el último tiempo. El caso de acoso de Christian Horner, la salida de Adrian Newey, la despedida de Jonathan Wheatley y de Will Courtenay, entre otras cuestiones, han sido una carga muy pesada que se ha reflejado en un ambiente turbio y en un auto inconsistente que se ha cobrado a dos de sus compañeros de equipo.

Además, el futuro no luce de lo más prometedor. En este contexto tan controversial, Red Bull afronta el desafío de ingresar en la categoría con su propio motor a partir del próximo año, cuyo desarrollo están generando junto a Ford. Pero, pese a que aseguran que el proyecto viene muy bien, la expectativa es que esté por detrás de motoristas con más experiencia, como es el caso de Mercedes, que apunta a ser nuevamente la referencia desde 2026.

Max Verstappen podría desperdirse de Red Bull

Este cúmulo de situaciones genera asombro y desgaste en el campeón del mundo. De acuerdo al medio holandés “De Telegraaf”, Verstappen no está satisfecho con cómo ha gestionado Red Bull la situación, ya que aseguran que el holandés indicó esta semana a la dirección de Red Bull que Lawson debía permanecer en su puesto y se deberían abordar los problemas para mejorar estructuralmente el coche.

Al mismo tiempo, el ex piloto de Fórmula 1 Robert Doornbos, fue más allá y aseguró que cree que Max Verstappen ya se ha «despedido en secreto» de Red Bull. «Lo máximo que pudo lograr fue el podio en el sprint y el cuarto puesto en la carrera. En vista de toda esta situación, está demasiado relajado. Creo que Max ya se ha despedido en secreto del equipo«, indicó.

Sin embargo, Red Bull todavía puede salvar la temporada y la permanencia de su máxima estrella. Solamente tiene que extraer el potencial del RB21 y lograr estabilidad, ya que Verstappen se encargará de hacer el resto. Yuki Tsunoda ha sido un llamativo golpe de escena, un error corregido tres meses después o un intento desesperado de desviar el foco. Quizás, todo a la vez. En cualquier caso, Red Bull avanza, con manotazos de ahogado, en busca de corregir un rumbo perdido.

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