La última mañana de los test de Bahréin de Fórmula 1 ha concluido con Charles Leclerc como el líder absoluto de la prueba, por encima de Andrea Kimi Antonelli. La actividad estuvo marcada por las condiciones de pista, donde el calor y el viento fueron protagonistas: esto profundizó las dificultades que había señalado Lando Norris en la maniobrabilidad del McLaren, que tuvo una mañana con varias salidas de pista.
Más allá de las circunstancias, la sensación de liderar nunca sienta mal. Al igual que ayer, Ferrari vuelve a ser la referencia de los tiempos de la mañana, esta vez con Charles Leclerc, quien lideró la prueba con un registro de 1.30.811, bastante más lento que lo conseguido ayer por Carlos Sainz. El monegasco culminó su trabajo con 66 vueltas, siendo el segundo piloto que más giró en la mañana de Medio Oriente.
En la misma décima se ubicó Andrea Kimi Antonelli, quien tiene varios motivos para estar satisfecho. El primero es que fue el piloto más rápido en los sectores 2 y 3, pero también el hecho de que Mercedes le haya respondido ante condiciones que siempre le han sido desfavorables como el calor. A priori, el W16 se muestra dócil y estable, lo que debería implicar un salto adelante en esta temporada.

El que no se mostró estable fue el McLaren. Paradójico, ya que ayer el equipo de Woking sorprendió y aterró a todos con un ritmo de carrera que parece estar en un nivel superior al de sus competidores. Sin embargo, Lando Norris había marcado problemas de inestabilidad trasera que con el viento se hicieron muy evidentes. Al británico le costaba controlar el monoplaza y sufrió durante toda la mañana.
Sin embargo, se entiende que son pruebas y que el equipo está variando reglajes y distintas configuraciones para una óptima puesta a punto. Nada que haya generado preocupación ni que les quite el mote de favoritos de cara a Australia: lo conseguido ayer, en un circuito que históricamente les es desfavorable, implicó realmente la señal de que hubo avances durante el invierno europeo.
El equipo que busca soluciones es Red Bull y, por eso, el auto de Max Verstappen hoy lució un paquete de mejoras con el que buscan dar un paso adelante en el rendimiento y la estabilidad. A simple vista, ya el alerón y el morro eran nuevos. El holandés tuvo una jornada en la que probó más ritmo que la búsqueda de tiempos y volverá a estar en pista en la tarde. Cabe destacar que sus primer feedback fue más que positivo: la toma de ingreso en curva del RB24 parece mucho más estable con respecto a su predecesor.
La prueba no podía pasar sin que ocurrieran hechos insólitos. Al apagón del miércoles y la lluvia del jueves, se sumó la rotura de un vidrio en la cabina que implicó la salida de la bandera roja. Además, en la primera parte de la sesión, Ollie Bearman sufrió la pérdida de parte de su cubremotor: la pieza salió despedida. En Haas ya cuentan con el antecedente de que Esteban Ocon completó el Filming Day con un daño en el pontón lateral, por lo que no es la primera vez en 2025 que se encuentran con este tipo de problemas.

Alpine sigue mostrándose fuerte. Jack Doohan completó sin problemas otra mañana de trabajo con la que busca seguir disipando los rumores que atentan contra su permanencia en la titularidad. Si bien su prueba final comenzará en Australia, haber respondido bien y sin errores en sus primeros pasos le otorga un cierto nivel de respaldo ante la presión que recae sobre su desempeño.
Por su parte, Aston Martin volvió a encontrar ciertos contratiempos que no le permiten terminar de cumplir con las pruebas suficientes para afinar un auto que parece haber nacido bien y Sauber tuvo algunos problemas en el suelo que se vieron reflejados en la inestabilidad del monoplaza. En los onboards, Bortoleto tenía que hacer correcciones constantes para poder llevar de buena manera el auto suizo, que será una verdadera sorpresa si no se encuentra entre los que cierran la grilla en el Gran Premio de Australia.